Como hace poco que conoce a su nueva hermanastra, hasta ahora no se había enterado que era aficionada al yoga, y ahora entiende por qué tiene un culazo divino, y por qué lo calienta tanto mirárselo. Aunque la verdad la atracción hacia el pandero de la chica es algo nuevo para él, nunca le había pasado con otra tía, y de hecho lo pone tan cachondo, que ni siquiera necesita follarla para acabar en una acabada explosiva: ella se baja las mallas, él frota su polla contra sus nalgas perfecta, y al cabo la corrida está servida y lista para rociarla sobre ella.
Categoria: hermanas
Visualizaciones: 2.565 vistas