No se puede decir que este chico sea precisamente discreto a la hora de requerir los favores sexuales de su madrastra. En cuanto siente cada mañana que su padre se va a trabajar, se presenta en el lecho marital, donde por lo general la madura dormida ni siquiera ha notado su soledad. A él desde luego no le importa, sabe muy bien cómo despertar a esta puta cachonda, a la que el coño se le moja en cuanto lo roza un par de veces. Y aún con los ojos cerrados, se dirige a su polla sin equívocos, para metérsela en la boca en una larga mamada. Bien, ahora es oficialmente el amante de su madre postiza, y esos cuernos a su padre desde luego van a ser muy dolorosos.
Categoria: madre e hijo
Duración: 23:06
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