Para una chica debe ser difícil convertirse en una novia cornuda por culpa de su madre, qué duda cabe. Ah, pero es que las suegras se ahora no son para nada como las de antes. ¿O acaso aquellas se paseaban por casa con sus grandes tetazas cubiertas por una sexy lencería erótica? Y encima, la madre de su novia es una rubia cincuentona maciza y descarada, con cara de comer pollas como nadie. Y lo hizo, claro que sí, además de abrirse de piernas para que su yerno la enculara tan ricamente, sin pensar en la pobre de su hija la cornuda.
Categoria: Otros incestos
Duración: 19:19
Visualizaciones: 941 vistas