Cuando conocía a la hermana de mi novia, pensé que para ella sería una especie de hermano mayor, parecía dulce e inocente, y me sentí muy protector con ella. Craso error, no sólo mi comportamiento sino mi manera de juzgarla, porque en poco tiempo me di cuenta que no era así. La gran pista fue encontrármela debajo de mi, rozándome la polla con su coño caliente y queriendo quedarse desnuda. Yo no sabía si quería que le comiera las tetas, pero lo hice; y está claro que lo deseaba mucho. Así que cuando follamos en el sofá de su casa mientras esperábamos que mi novia terminara de arreglarse, supe que era yo el que tenía que cuidarse de esa cuñada viciosa.
Categoria: Otros incestos
Duración: 10:55
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