Hace unas semanas que estoy verdaderamente obsesionado con mi nueva hermanastra, tanto que ni duermo ni como, y me paso los días persiguiéndola por la casa a escondidas y espiando todo lo que hace, alucinando con su cuerpazo y con mi polla empalmada perpetuamente; además, me dicen mis amigos que siempre va por ahí buscando guerra, y que algunos de ellos ya la han catado, con lo que mi obsesión por ella no hace más que aumentar. La única solución para eso es follármela, ya lo he decidido, y me lo puso muy fácil, porque la muy insensata se metió a mi cuarto para reclamarme por tanto seguimiento, y ella solita se metió en la trampa; aunque ahora que lo pienso, con lo fácil que me resultó meterla en mi cama y meterme en su coño, quizá el que cayó en su trampa fui yo, y fue ella la que decidió que tuviéramos sexo…