Ser joven, guapo y estar soltero se ve que para estas tres zorras es sinónimo de estar disponible y ni la madre ni sus dos hijas se lo pensaron cuando invitaron al hijo de sus vecinos para jugar supuestamente una partida de cartas. Poco a poco y cada una por su lado empezaron a meter mano al chico por debajo de la mesa, hasta que una vez comprendido que no había ido allí precisamente a jugar, no tuvo más remedio que darle a esas tres golfas su merecido.
Categoria: orgias familiares
Visualizaciones: 13.269 vistas